La propiedad de Four Seasons en la capital argentina brilla por su servicio, su gastronomía y el buen gusto

Cada vez que me alojo en un hotel Four Seasons, recuerdo por qué la cadena canadiense es una de las más reconocidas del mundo en el segmento premium. Es que la calidad del servicio y la minuciosa selección de sus propiedades en todo el mundo, no dejan lugar al error.

Por eso decidí alojarme en Four Seasons Buenos Aires, una de las propiedades que la cadena tiene en Sudamérica y que le ha servido para marcar presencia en la región.

Four Seasons Buenos Aires está ubicado en el exclusivo barrio de Recoleta, una de las zonas más renombradas de la capital argentina, por su historia, sus tiendas de lujo y el fácil acceso a los diferentes puntos de la ciudad.

El hotel está conformado por una gran torre, en donde se encuentra el lobby, un restaurante, un bar y la mayor parte de las habitaciones.

En ese lugar hice el check-in, que habiéndolo adelantado a través de la app de Four Seasons, fue notablemente rápido.

Las Mansión

Si hay algo que hace que Four Seasons Buenos Aires sea único es La Mansión de 1920, que se ubica detrás de la torre principal.

Se trata del Palacio Álzaga Unzué, y la historia cuenta que fue encargada por Félix como regalo para su esposa Elena, y fue el lugar donde matrimonio vivió.

Esta mansión hoy forma parte del hotel y cuenta con espacios para eventos, como también algunas suites, entre las que se destacan la Suite Presidencial.

La decoración y las antigüedades originales evocan la Francia del siglo XVIII, en sus 180 metros cuadrados.

Esta suite es elegida por personalidades de renombre, porque además de su espacio y decoración, tiene un acceso exclusivo, asegurando privacidad.

Las habitaciones

El hotel tiene en total 116 habitaciones y 49 suites, que han sido renovadas recientemente, asegurando un diseño elegante y todas las comodidades que el viajero de hoy necesita.

Las camas de Four Seasons son un sello de la cadena.

Gastronomía

Four Seasons Buenos Aires, no solo ha logrado ubicarse entre los hoteles más premiados de Argentina, sino que se ha convertido en un centro gastronómico en Buenos Aires, con propuestas que tienen una gran impronta local.

Elena

Es el restaurante más reconocido, y tiene muchas razones para serlo.

Elena tiene un ambiente distendido, luz natural ingresando desde el techo y diferentes espacios (algunos privados) para almorzar o cenar.

Su distintivo es su selección de carnes, que utilizando el método Dry Aged ofrece carne madurada que consigue un sabor concentrado y la hace más tierna.

No solo es posible ir a comer y pedir este tipo de carne, sino que también hay un Club Dry Aged, donde es posible guardar nuestro propio corte de carne y así elegir cuándo deseamos comerlo.

Juan Gaffuri, chef ejecutivo del hotel, ha puesto empeño en hacer que Elena y los otros restaurantes se destaquen por varios factores, pero fundamentalmente por la calidad de sus carnes, algo que identifica mucho a Argentina a nivel local y mundial.

En Elena también encontramos el desayuno, con panificación horneada en el lugar, frutas de estación, carnes, yogures y jugos naturales.

Entre los platos calientes, se destacan los Huevos Benedictinos Argentinos, una variante de los tradicionales con sello local.

Pony Line

Es el bar de Four Seasons, y al cual puede accederse sin necesidad de ingresar puntualmente el hotel.

Pony Line -que tiene toda una temática ligada a los caballos- es uno de los bares más trendy de Buenos Aires, y se ha convertido en un must para disfrutar de buenos cocteles en la ciudad.

La mejor hamburguesa de Buenos Aires

En lo gastronómico, se destacan sus hamburguesas (particularmente la dry burger) que por muchos -y me incluyo- es la mejor hamburguesa de Buenos Aires.

El ambiente es distendido y puede haber mucha gente en los horarios pico.

 

Nuestro Secreto

Es quizás el más pintoresco de los tres espacios gastronómicos, ya que es una estructura de vidrio en los jardines junto a La Mansión.

El diseño fue premiado al haber sido elegido entre los mejores restaurantes vidriados del mundo, pero no solo queda en el lugar en sí.

La comida es deliciosa, y también la carne tiene un gran protagonismo.

Tiene la particularidad de que está a cargo de la parrilla Patricia Ramos -no es algo habitual que una mujer ocupe este lugar- y que logra con éxito hacer de Nuestro Secreto una experiencia imperdible, tanto dentro del espacio vidriado, como en las mesas en el jardín.

Los platos que probé fueron realmente fantásticos.

 

La piscina

Es un hotel de lujo, y una piscina no puede faltar. Sin embargo, encontrar una piscina exterior en un hotel de lujo en Recoleta no es tarea sencilla.

Four Seasons Buenos Aires puede jactarse de ser el único hotel del estilo en ofrecer esta piscina, que además se luce junto a La Mansión.

Four Seasons Buenos Aires es definitivamente uno de los mejores hoteles de Argentina y para mí, una experiencia que confirma que la combinación del servicio y el sello de la cadena canadiense junto al talento y la impronta local dan un resultado soberbio.